Comprando con conciencia ¿QUÉ HAY DETRÁS DE UNOS ZAPATOS DE 7 EUROS?

En este post, quiero compartirte mi reflexión sobre comprar con conciencia. Quise compararlo de esta manera: comprar con conciencia podría ser como comer con conciencia. Cuando estamos en una dieta rigurosa, nos limitamos de ciertos alimentos para poder llegar a nuestro objetivo final: estar más saludables y sentirnos contentos con nuestro cuerpo. Al comprar con conciencia sucede algo parecido: tenemos un objetivo (por ejemplo, conseguir unas sandalias de verano), pero las sandalias tienen que cumplir con ciertos valores para que puedan ser consideradas moda ética y/o slow (así como los alimentos de la dieta para ser considerados saludables). 

 

Sin embargo, confieso que es difícil comenzar (pero no imposible). Me paso en ambos casos, tanto en el de llevar una dieta saludable y querer comerme algún antojo diabólico, como en el de replantearme si necesitaba comprarme más ropa (y eso que amo comprar). Me frustraba muchísimo cuando algo me gustaba demasiado y no lo compraba por que me resonaba la voz de mi mamá en la cabeza “¿puedes vivir sin eso?” y yo me contestaba en la cabeza “No lo necesito, puedo vivir sin ello”. 

 

También quiero decirte que no todos los extremos son buenos; y que así como nos permitimos en alguna ocasión muy especial pecar con la dieta, también podemos darnos un gustito de comprarnos alguna prenda (sea o no slow) que nos gusta muchísimo siempre y cuando realmente la necesitemos. 



 


El verdadero SHOCK comenzó hace 4 años en una visita a Primark con Adrià. Yo era estudiante en aquel entonces y llevaba un presupuesto limitado para comprar ropa de cama para la temporada de invierno. Algunos de mis compañeros de clase me dijeron que en Primark seguro conseguiría lo que buscaba muy barato y por eso terminamos ahí. 


Paseando por los pasillos nos encontramos unas bambas (o tenis como les llamamos en México) tipo converse y si no mal recuerdo costaban 7 euros. Yo me quedé sorprendidísima porque nunca había visto en mi vida unos zapatos tan baratos. Claro, a lo mejor no podría esperar a que me duraran toda la vida, pero era una verdadera ganga (o chollo como dicen en España) como para no comprarlos. 

Volteé super segura y le dije a Adri que con lo que costaban esos tenis podía comprarme un par de cada color tranquilamente. Adrià me contestó muy serio: “Para que esos zapatos cuesten 7 euros, quiere decir que alguien está cobrando muy poco por hacerlos”. Y ¡pum! En ese momento fue cuando se me prendió el chip de cuestionarme un poco más sobre dónde vienen las cosas al momento de comprar. De verdad que nunca antes me lo había preguntado y ahí comenzó todo.

¿Cuántas personas hay involucradas en el proceso de producción? ¡Pues son muchísimas!

  • Piensa en los materiales; la tela, la suela, y los cordones para amarrarlos. 
  • Piensa en las personas que los fabrican.
  • Piensa en las personas de la tienda, ellos también están dentro de la cadena y necesitan cobrar su sueldo.
  • Piensa en si realmente te durarán lo que tú quieres que te duren.
  • Piensa en si de verdad los necesitas.  

¿Cómo es posible que puedan costar solamente 7 euros? Sin embargo, el slow fashion no puede competir con esos precios por que es todo lo contrario al fast fashion. Los grandes almacenes sacrifican la calidad del producto y algunas otras cosas más para poder ofrecer prendas a muy bajo costo.

La realidad es que la mayoría de las personas está acostumbrada a los precios del fast fashion y cuando miran un producto slow les parece caroLos productos slow son más caros por estas razones:

  • La materia prima del producto es de muy buena calidad o es de materiales reciclados.
  • Son producciones pequeñas, con un número limitado de prendas/productos. 
  • Son elaborados en talleres donde se cuidan las condiciones laborales de los trabajadores.

Una muy buena opción para comenzar comprar con conciencia es apostando por los pequeños negocios y/o por los productos de proximidad. En mi caso, cada que puedo darme un gustito de comprarme alguna cosa intento hacerlo apoyando a los pequeños negocios y ahorro un poco más para cuando quiero comprarme algún accesorio que me dure mucho, lo veo como una inversión.

 


Finalmente, quiero decirte que con este artículo no quiero juzgar a nadie ni mucho menos, sólo quería compartir contigo mi punto de vista y cómo empecé a cuestionarme de dónde venían las cosas. También, quiero invitarte a comprar con conciencia y que pienses muy bien qué elección haces. Recuerda que con pequeñas acciones hacemos grandes cambios. 

Quiero invitarte a descargar mi Manual de Estilo para ser una DeLonger haciendo click en este enlace. En él te comparto 8 consejos de moda slow y tips para que te sientas segura de ti misma.

Manual de Estilo DeLonger

¡Nos vemos en el siguiente post!

Con cariño,

Maritza Cuevas

(a.k.a. Marion DeLonge)


1 comentario


  • Alicia

    Hola, me encanta que la gente joven se preocupe por vivir en una sociedad lo más justa posible y todos nos podamos preocupar por los demas. Un saludo


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